domingo, 21 de diciembre de 2008

Guerra en el Norte de África (1)

En 1940, británicos e italianos mantenían en el Norte de África sus posesiones coloniales. Sin embargo, a causa de la guerra, era inevitable que estos se atacasen entre ellos. Así, el Ejército Británico fue el primero el cruzar la línea, al atacar posiciones italianas (Fuerte Capuzzo). La reacción italiana tuvo cierto éxito como demuestran las victoriosas campañas del mariscal Graziani, aunque, con el paso del tiempo, dichas victorias se convirtieron en amplias derrotas y, consecuentemente, los ingleses comenzaron a recuperar el terreno que el Ejército italiano les había arrebatado, hasta el límite de que, en un corto período de tiempo, empezaron a tomar terreno italiano. Ante la imposibilidad de frenar este avance británico, Hitler decidió ayudar al desfallido ejército del Duce en el Norte de África, enviando un ejército formado por infanteria, blindados y artillería pesada principalmente. Dicho contingente estaba mandado por Erwin Rommel, quien ya había destacado con anterioridad al mando de su "División Fantasma". De este modo, al derrotado ejército italiano se unió esta ayuda enviada por Alemania, formando el Afrika Korps.

Con la ayuda del contingente alemán, la iniciativa volvió a recaer sobre las fuerzas del Eje, gracias, sobretodo, a la dirección del General Rommel, quien supo contener la embestida británica. Una vez conseguido esto y, teniendo como objetivo desalojar a los británicos del Norte de África, el Afrika Korps retomó la ofensiva hacía las posiciones británicas para alcanzar primeramente Tobruk, cuyo puerto era uno de los más importantes del mediterráneo. Sin embargo, antes de conquistar Tobruk debemos hacer referencia al hecho de que para tomar dicha ciudad, debían conquistar antes otras ciudades, tales como Gazala o el fuerte de Bir Hakeim. Debemos hacer referencia a lo acontecido en Bir Hakeim, pues constituye una buena prueba de la habilidad y el coraje del Ejército de la Francia Libre.

Como se ha dicho con anterioridad, el objetivo principal del Eje para el Norte de África era el de expulsar a los británicos de ésta, lo cual implicaba llegar hasta el Canal de Suez.
Así, la ofensiva que llevaba a cabo el Afrika Korps prosiguió de forma que, pronto se dejo atrás la frontera con Libia y se entró en Egipto. Llegados a este punto es conveniente hacer un inciso, en el cual debemos añadir que, el ejército inglés contaba con una importantisima ventaja con la que el Áfrika Korps no contaba, y es que el ejército inglés recibía constantes refuerzos, fruto de la importancia que concedía el Estado Mayor al teatro de operaciones del Norte de África. Por el contrario, las quejas de Rommel en este sentido eran abundantes, pues las cantidades necesarias para que prosiguiese la ofensiva de forma victoriosa nunca le eran entregadas, es más, ni siquiera lo necesario para mantener una ofensiva. Y es que en este sentido vemos que el Alto Mando Alemán no concedía la misma importancia a lo que ocurría en el Norte de África que el bando aliado, pues para los alemanes la guerra importante era la del este, contra la Unión Soviética.

Así pues, mal que bien y, gracias a la astucia de Rommel, el Áfrika Korps consiguió adentrarse en Egipto, hasta llegar a el Alamein. No obstante, las condiciones del Áfrika Korps en aquel momento eran desastrosas y las condiciones en que se encontraba el Octavo Ejército Británico eran mucho mejores.